Monday, July 25, 2011

Los adolescentes depresivos y la cultura gótica

La adolescencia
Es menester que discutamos la etapa del desarrollo conocida como la adolescencia, ya que la mayoría de los nuevos góticos comienzan su camino en esta etapa. La definición que el profane a la psicología le da a adolescencia es la “edad que sucede a la niñez y que transcurre desde la pubertad hasta el completo desarrollo del organismo” (Real Academia Española, http://www.rae.es/) Entrando al canon de las ciencias de la conducta la adolescencia se definiría como “un periodo de transición en el desarrollo entre la niñez y la edad adulta, es en esta donde comienza la pubertad”. (Leandri-Lugo, 2001, p. 1). Esta “comienza mas o menos de los 12 o los 13 años y termina un poco antes o un poco después de los veinte” (Rodríguez-Pagan, 2000, p. 1).
Se tiende a caracterizar la adolescencia como una época de crisis (Leandri-Lugo, 2001, p. 1), cambios (Rivera-López, 2002, p. 3) y de búsqueda de una identidad propia (Vélez-Barbosa, 1989, p. 22). Esta caracterización de la adolescencia comparable a la época oscura de una Europa  se podría deber al caos y conflicto que se desarrolla en el adolescente. Se Espera que este  integre “gradual pero completa de las mismas abarca la identidad del yo. “El joven asume entonces con fidelidad su nueva posición como persona que se halla definitivamente ubicada en los planos psicosocial, económico y cultural” (Vélez-Barbosa, 1989, p. 22). Lo cual puede crear conflictos entre lo que debo ser, lo que quiero ser y lo que soy.
 El adolescente es altamente susceptible, vulnerable, apasionado, impulsivo y busca afanosamente su autenticidad (Miranda-Díaz, 2002, p. 7). En la búsqueda de esta identidad se tiende a experimental con las diferentes alternativas que se encuentren disponibles. La década de los años sesenta se caracterizo por una manifestación e un sentido de rebelión frente  los valores tradicionales” (Rivera-Rivera, 2005, p. 12). “Los jóvenes “hippies” se sienten como si estuvieran fuera del ámbito de sus mayores” (Vélez-Barbosa, 1989, p. 22). De los periodos cíclicos de la historia los jóvenes góticos se asemejan a los jóvenes “hippies”. Ambos grupos de generación diferente tienen la misma preocupación “durante la adolescencia es la búsqueda de identidad” (Rodríguez-Pagan, 2000, p. 1).
“La adolescencia es un periodo de grandes cambios y transformaciones: el cuerpo de niño comienza a madurar, a convertirse en un adulto, su cabeza se llena de nuevas ideas y pensamientos, aparecen nuevos gustos e intereses” (Leandri-Lugo, 2001, p. 4). Continuando con este tema se nos menciona:
El joven busca un sentido de mismidad, un compromiso con roles específicos seleccionados entre muchas alternativas, porque la identificación con un ideal del yo o una persona ya no es totalmente útil. En este periodo de su vida el joven integra todas las identificaciones anteriores. (Vélez-Barbosa, 1989, p. 22).
 Una mala integración puede llevar a una serie de problemas percibidos que lo lleve a una mala adaptación lo cual la cual pueda ser identificada con una sintomatología depresiva.

La perspectiva clínica dentro de la experiencia “gótica”: presencia psicopatológica depresiva en adolescentes
A quien quisiera hacer inventario temático, la idea de clínica aparecería sin duda cargada de valores demasiado turbios; probablemente se descifrarían en ella figuras incoloras como el efecto singular de la medicina sobre el enfermo, la diversidad de los temperamentos individuales, la probabilidad de la evolución de la patología, la necesidad de una percepción en acecho, inquieta por las menores modalidades visibles, la forma empírica, acumulativa e indefinidamente abierta del saber médico (Foucault, 1996, p. 13).
 El  Manual Diagnóstico y Estadístico de los Desórdenes Mentales (DSM IV TR, 2002) establece que “los trastornos del estado de ánimo incluyen los trastornos que tienen como característica principal una alteración del humor” (DSM IV TR, 2002). Donde sus características esenciales de un “episodio depresivo mayor en un periodo de al menos 2 semanas durante el estado de ánimo deprimido o un perdida de interés o placer en casi todas la actividades” (DSM IV TR, 2002).
En sus características “la existencia de un episodio depresivo mayor, se basa en un síntoma que debe ser de nueva presentación o haber empeorado claramente si se compara con el estado del sujeto antes del episodio” (DSM IV TR, 2002). También se discute la “característica esencial de un trastorno depresivo mayor en un curso clínico caracterizado por uno o más episodios depresivos mayores” (DSM IV TR, 2002). “En los niños y adolescentes el estado de ánimo puede ser irritable en lugar de triste” (DSM IV TR, 2002).
La depresión es uno de los problemas psicológicos más comunes experimentados por los adolescentes (Crockett, et al., 2005). En lo referente a Puerto Rico “los desórdenes de ánimo constituyen el 4to desorden mas prevalente entre las edades de 14 – 64 años según el Inventario de Entrevista Diagnostica” (Canino, et al., 1987). “Cuando se habla de sus síntomas los más comunes son, anedonia, estado de ánimo negativo y autoestima negativa” (Davanzo, et al., 2004). Claro esta, se tiene que tener en cuenta  que como parte de la adolescencia “el ser humano enfrenta sentimientos de soledad, tristeza y ansiedad” (Miranda-Díaz, 2002).
Claro se debe hacer la aclaración que estas son solo guías cuando tratamos con adolescentes. No se puede olvidar que la depresión es fundamentalmente un condición neurológica (Begley, 2004). Siendo así, se tiene que tener en cuenta que el cerebro del adolescente no ha llegado a su máximo desarrollo. Sin mencionar que su función es diferente del adulto. Es por eso que “síntomas como sentirse profunda o crónicamente triste, los adolescentes con depresión se sienten aburridos, taciturno e irritables” (Begley, 2004).
  La observación de patrones de conducta tiene un factor importante en la determinación de una sintomatología depresiva o no. Tomando en cuenta que “factores, sociales, políticos y económicos ahora son reconocidos como causas “fundamentales” de enfermedades que afectan el comportamiento, creencias y biología (Goodman et al 2003). Hay que evitar la trampa que las “características de la adolescencia, al aumentar el volumen un poco, tendrán los síntomas de la depresión” (Raeburn, 2004). Tal ves, para poder distinguir entre las características de la adolescencia y una depresión emergente “es cuando cambia todo a la misma vez” (Raeburn, 2004).
Al intentar diagnosticar a un cliente sobre su posible estado de depresión  se tiene que tener ciertas consideraciones que en ocasiones pueden ser olvidadas. “El constructo de la depresión puede ser diferente en diferentes grupos culturales, donde cada grupo la conceptualiza diferente utilizando distintos síntomas para identificarla” (Crockett, et al., 2005). Esta conceptualización muy propia de un grupo puede ser vital entre lo que puede ser un estilo de vida alternativo y una sintomatología clínica.

En lo referente a la comunidad gótica y la depresión, es posible que ésta sea la impresión que las personas tengan por una personificación exagerada de lo que es ser gótico (A study of gothic subculture, “Síntomas particulares de depresión pueden estar más relacionados a algunas culturas que a otras” (Crockett, et al., 2005). Pero, es “la depresión el sentimiento que el gótico personifica, es la emoción que tipifica mejor al gótico” (A study of gothic subculture, www.darkwaver.com/subcultures/depression.php). La depresión en los góticos parece ser más una imagen calculada, la de un artista torturado por su arte, más que una psicopatológica donde si no se tiene una sintomatología estos la simulan por que es lo que se espera de un gótico.
Esto no significa que existan góticos que no tengan una sintomatología o posible una patología depresiva. “Un gótico depresivo es muy posible que estuviese deprimido antes de que él o ella se convirtiera en un gótico” (A study of gothic subculture, http://www.darkwaver.com/subcultures/depression.php). Essau (2003) ha reportado que los adolescente con síntomas de depresión tiende a tener un alto nivel de afición a su grupo de pares. Pero se tiene que tener en cuenta las características grupales de los góticos para poder distinguir lo que es una característica grupal. “Varias líneas de evidencia tienden converger en la posibilidad de que la experiencia y conceptualización de la depresión sea diferente en distintas culturas” (Crockett, et al., 2005).

 Conclusión
En lugar de buscar la causas psicológicas de un ‘estilo’ deberíamos por tanto intentar descubrir sus elementos, analizar su función, compararlo con otros fenómenos de la misma cultura [...] y llegar de este modo a un esbozo de la concepción del mundo subyacente, incluyendo una exposición de la forma en que esta concepción del mundo influye sobre la percepción, el pensamiento, la argumentación, y una exposición de los límites que impone al vagabundeo de la imaginación (Feyerabend, 1986, p. 224).

A través del tiempo las comunidades y actitudes que no son cónsonas con la opinión de la mayoría son etiquetados con algún título. En el principio el ser gótico era ser comparado con todo lo que no era civilizado. Luego el ser gótico era ser un romántico decadente. Luego era ser músico extraño. Hoy día el ser gótico es ser un adolescente depresivo.
En esta época lo gótico esta en maduración. Se ha podido identificar a los góticos como un grupo social definido y como una subcultura, pero aún su crecimiento no es uno que lo lleve a la fortaleza de ser una comunidad aceptada como tal. Aún así los góticos presentan un comportamiento gregario con necesidades y demandas específicas.  
Estas necesidades atraen a otras personas con necesidades parecidas en busca de una complementariedad que lo ayude a reforzar en el grupo las áreas que individualmente son debilidades. En el desarrollo del adolescente la unión a la comunidad gótica puede ser una impulsada por los cambios en esa etapa del desarrollo. Desde la práctica clínica, “El buscar apoyo social, y el desarrollo de percepciones positivas sobre las situaciones de vida  tienen una relación inversa y significativa con la depresión” (Velásquez Columba, et al., 1999).
Pero no se puede olvidar los aspectos peculiares de la comunidad gótica. Es menester el evaluar cual sería una sintomatología y cual es la característica comunitaria o más interesante aún, cual sintomatología es la que lleva a un adolescente a identificarse con una característica comunitaria. “A pesar de que la mayoría de las culturas tiene el concepto de tristeza (una emoción humana básica) y pena (una experiencia humana común) es posible que se tenga un concepto de la depresión como una enfermedad mental” (Crockett, et al., 2005). Para el clínico es necesario el estar “afinado a estas diferencias para proveer una evaluación asertiva y un tratamiento efectivo”  (Choi, 2002)
El tratamiento necesario para un adolescente con sintomatología depresiva es una que se debe ajustar a sus necesidades individuales. “Diferencias culturales potencialmente podrían hacer las intervención psicoterapéuticas efectivamente diferentes para las minorías”  (Miranda, et al. 2004). Un adolescente que se identifique con la comunidad gótica, debe tener a un clínico que se ajuste a su idiosincrasia comunitaria, entendiendo y no juzgándola. Tomando como metafórica advertencia la definición de moralidad de Bufe (1995) “como se practica en Estados Unidos, el intentar infligir dolor y sufrimiento en aquellos los cuales su conducta se desaprueba” (Birce & Bufe, 1995, p. 96).  Debemos tomar en consideración que “ser gótico no necesariamente significa estar deprimido” (A study of gothic subculture, http://www.darkwaver.com/subcultures/depression.php).

Saturday, July 16, 2011

La mujer infiel: todavía es un tabú

En una sociedad machista  como la nuestra, se castiga a la mujer cuando comete actos de infidelidad. Ayer en la manana, me reí muchísimo con un personaje de Suset Baco en el Circo de la Mega. Cuando expuso el tema de las mujeres que se enamoran de hombres mas jóvenes. Que cierto! esta sociedad aun penaliza a las mujeres que se atreven a mantener una relación con un hombre mucho menor.
Pero, en mi humilde opinión:  a nadie le debe importar "UN CARAJO" ;-)
Las mujeres debemos conocer no sólo las características de nuestra sexualidad sino además tomar las medidas necesarias para su cuidado. Tenemos que estar preparadas para diferenciar,  claramente el rol de madre y el de mujer, aún cuando ambos términos podrían sonar iguales, aunque pienso que uno no se sobrepone al otro
No podemos asumir por siempre un rol asignado por una sociedad permisiva para el varón y a la vez frustrante para la mujer. 
Aún cuando nuestra sexualidad y su ejercicio vienen muy de la mano con el amor, cariño y afecto, muchas veces una mujer también puede separar estos sentimientos por los de la atracción física y/o sexual únicamente.

La infidelidad por venganza también es muy femenina, pero está relacionada con el  sentimiento de inferioridad o culpabilidad posterior a la infidelidad de nuestra pareja. Sin embargo, no hay mejor sensación que cuando una se siente querida, amada y deseada, ahora si eso no te lo da tu pareja, entonces...

LOS MUCHOS PORQUÉS DE LA INFIDELIDAD.
La infidelidad, aparece como una de las principales causas de la separación, sin embargo, no es la verdadera sino que es una consecuencia de la falta de comunicación entre los cónyuges. 
El hombre por lo general no se siente infiel, sino más bien, que ha tenido una aventura, un complemento sexual a su relación matrimonial. 
Dentro de los múltiples estudios sobre este tema, caben varios tipos de infidelidad o de traición afectiva, dependiendo de su motivación y el sujeto de acción:
  • Un primer caso es la infidelidad física, producto de una curiosidad, una fantasía no satisfecha o una etapa saltada en la vida. La persona tiene deseos de experimentar o conocer con otro que no sea su pareja, en vez de vivir las fantasías dentro del matrimonio las vive fuera, no se compromete el afecto, es sólo una aventura. 
  • Otro es aquella por enamoramiento o emocional, donde la persona se involucra mucho más con su amante, ya no es sólo una aventura de una noche, implica sentimientos, lo cual dificulta la recuperación de la armonía dentro del matrimonio.
  • Una tercera clase es aquella para buscar una cualidad de la que carece la pareja estable. En unos casos, el amante está dotado de una virtud o cualidad -psíquica, anímica, temperamental, sexual, social o de otra índole- de la que carece su pareja. En otros, el infiel se evade de su pareja estable y busca un cómodo refugio donde liberarse de la opresión de la vida y costumbres propias de la vida con su compañera(o). 
  • Otra variedad es la infidelidad psíquicamente insuperable. Son las personas incapaces de guardar lealtad o compromiso alguno. El deseo sexual les resulta incontrolable. Son 'cleptómanos del corazón', aprovechan la mínima ocasión, anteponiendo su propio placer sobre sus valores. En el caso de los hombres son los llamados 'Juan Tenorio', que dudando de su virilidad, recurren a la infidelidad una tras otra para comprobar su ego de hombre. Por su parte, las mujeres, les cuesta crecer y permanecen en la etapa de la conquista, para mantener una sensación de juventud. Generalmente son infieles con hombres muchos más jóvenes que su marido.
  • Existe también una especie de infidelidad platónica, en la cual se siente que el compromiso de comunicación se da con otra persona y no con su pareja, aquí no se llega a la cama, es una especie de "incomunicación afectivo espiritual".
  • Otro género, un tanto inusual y menos común, pero que existe, es la traición afectiva 'provocada', aquí los infieles inducen esta situación con el objeto de salvar el matrimonio. Personas que no han logrado que su pareja los escuche lo suficiente, que se sienten olvidados, quieren que su compañero(a) se entere de lo mal que se sienten y que hay alguien esperando por si no se les valora lo que ella o él requiere. 
LAS DIFERENCIAS.
Infidelidad masculina básicamente plantea a un hombre inmaduro, que la toma como un complemento a su relación, en vista de su dificultad a la fidelidad o a poder profundizar en una relación. Dentro de este tipo están también aquellos que lo hacen para agredir a la pareja frente al compromiso, haciendo sentir a su mujer que ellos no se sienten limitados al matrimonio, manteniendo una puerta abierta de escape para la aventura ante situaciones de su desagrado dentro del hogar.
La infidelidad femenina al igual que en el varón se produce por el temor al compromiso, por no sentirse lo suficientemente involucrada con su compañero en el plano afectivo - comunicacional. 
Dentro de las mujeres infieles están aquellas que han tenido una sola pareja en sus vidas y pasado los 35 a 40 años, sienten la curiosidad de experimentar sexualmente con otros hombres. 
Hay algunos tipos de infidelidad femenina en que la mujer lo hace con el objeto de manifestar su desprecio por la figura masculina, usando al hombre y teniendo la sensación de control, generalmente por una situación de venganza ante episodios de su infancia provocados por su padre u otros hombres. 
Muchas veces son mujeres frígidas, que hacen todo el espectáculo frente a sus amantes, sintiendo en su fuero interno que son ellas las que dominan la situación y cuando quieren se deshacen del hombre.
LOS MITOS.
Por lo general, "el hombre infiel busca sexo y la mujer persigue sentimiento". 
En efecto, los psicólogos opinan que el hombre busca el sexo fuera de la pareja y le daña más la infidelidad sexual, aún sin sentimiento de amor, es decir, que su compañera se acueste con otro. 
Por su lado, la mujer busca sentimiento fuera de la pareja y le hiere más el engaño sentimental, aún sin sexo, o sea, que su cónyuge ame a otra.
LAS RESPUESTAS ERRÓNEAS DEL INFIEL.
  • La culpa es del otro.
  • Todo el mundo es infiel, es normal y es un comportamiento aceptado.
  • Las infidelidades son buenas, una infidelidad puede darle nueva vida a un matrimonio aburrido. 
  • El o la infiel no debe enamorarse de la o el amante. 
  • El/la amante debe ser más atractivo (a) que el/la esposo (a). 
  • La culpa de la infidelidad es del otro o la otra; de allí la necesidad de buscarse un (a) amante porque la pareja falló en algo. 
  • La mejor manera de manejar una infidelidad es hacerse de la vista gorda. En otras palabras “aquí no pasa nada” y se evita una crisis. 
LA ESPERANZA.
Suele creerse que el amor impide que la infidelidad ocurra. Sin embargo, en relaciones donde hay mucho amor también puede presentarse. El amor disminuye las probabilidades, pero no garantiza la total fidelidad. Así como tampoco lo asegura la intensa vida sexual que pueda llevar un matrimonio. 
Personas que se llevan bien en la cama pueden ser infieles por otras carencias, por encontrarse en una ocasión de alto peligro, cediendo ante la tentación o bien por sentimientos como venganza, resentimiento o simple curiosidad que propicien este tipo de aventuras. 

Chicas: aprendan a vivir el momento y cuando ya sea hora de romper esa relación, tengan la osadía de ser ustedes quienes tomen la sensata decisión. 


Pueden dejarme sus comments sobre el tema del blog!!! Tks!

Wednesday, July 6, 2011

La depresión: Como reconocerla

  El síntoma más característico de la depresión es que el paciente se siente como hundido, con un peso agobiante sobre su existencia, sobre su vitalidad que cada vez lo entorpece más y más para vivir en plenitud.
Los síntomas principales que la definen son:
Tristeza patológica: Se diferencia de la tristeza, que puede ser un estado de ánimo normal como la alegría, cuando alcanza un nivel tal que interfiere negativamente en la vida cotidiana, tanto en lo social como en lo familiar y lo sexual. Aarece sin motivos o tras un acontecimiento significativo. Es una sensación muy profunda, arrasadora. Tanto, que el paciente se siente "en baja", tal como si hubiera perdido el sabor, el placer de vivir. Se considera incapaz de brindar amor o afecto, lo cual aumenta sus sentimientos de culpa. Un dato tremendo: el 15% de los deprimidos termina suicidándose.
Desgano y anhedonia: el sujeto se torna apático, no tiene ganas de nada (ni siquiera de vivir) y nada le procura placer
Ansiedad: es la acompañante habitual del deprimido, que experimenta una extraña desazón, como un trasfondo constante. Cuando la ansiedad prima en el cuadro clínico, estamos frente a una depresión ansiosa. Por lo contrario, cuando predomina la inhibición, se trata de una depresión inhibida; quienes la padecen son personas malhumoradas, irritables, agresivas.
Insomnio: al paciente le cuesta conciliar el sueño y, además, se despierta temprano y de mal talante.
En algunos casos, que constituyen minoría, puede presentarse la hipersomnia (exceso de horas de sueño).
Alteraciones del pensamiento: imagina tener enfermedades de todo tipo; surgen ideas derrotistas, fuertes sentimientos de culpa, obsesiones. El pensamiento sigue un curso lento y monocorde, la memoria se debilita y la distracción se torna frecuente.
Alteraciones somáticas: por lo común surgen dolores crónicos o erráticos así como constipación y sudoración nocturna. Se experimenta una persistente sensación de fatiga o cansancio.
Alteraciones del comportamiento: el paciente tiene la sensación de vivir arrinconado, rumiando sus sinsabores. Puede estar quieto, de manos cruzadas, o explotar en violentas crisis de angustia o en ataques de llanto por motivos insignificantes. Le resulta difícil tomar decisiones y disminuye su rendimiento en el trabajo.
Modificaciones del apetito y del peso: la mayoría de los pacientes pierde el apetito y, en consecuencia, provoca la disminución de peso.
Pérdida del placer: en lo sexual, se llega a la impotencia en el hombre o a la frigidez en la mujer; también disminuye y tiende a desaparecer el contento en el trabajo, en el deporte y en los juegos y otras actividades que anteriormente le eran gratificantes.
Culpa excesiva: siente con exceso la carga de una culpa inexistente, lo cual puede desembocar en delirios.
Pensamiento suicida: los pacientes presentan una preocupación exagerada por la muerte y alimentan sentimientos autodestructivos.
Disminución de la energía: se produce un cansancio injustificado, a veces con variaciones durante el día, muy a menudo más acentuado por la mañana. Las personas afectadas suelen sentirse más fatigadas por la mañana que por la tarde.