Wednesday, November 23, 2011

Como sobrevivir a tus parientes o amigos pesados en Navidad

Cuñados, tíos, primos, amigos pesados... las fiestas pueden convertirse en una tortura si tienes que atender, visitar o aguantar a un montón de gente por puro compromiso. Te damos algunas claves que te serán muy útiles para sobrevivir estas Navidades.
La Navidad es un tiempo de paz, de felicidad, de amor, de estar con la familia. Pero ¿qué ocurre cuando la familia se instala en tu casa o te atrapa en la suya? ¿Cuando surgen las inevitables discusiones familiares? ¿Cuando en lugar de resultar agradable, tu familia se convierte en tu mayor fuente de estrés? Por no hablar de todos los compromisos laborales y sociales a los que tenemos que enfrentarnos en estas fechas.
Para algunas personas la Navidad, en contra de lo que pudiera imaginarse, se convierte en una época especialmente estresante; en muchas ocasiones también triste. Las conveciones sociales y familiares nos obligan muchas veces a soportar situaciones que no nos apetecen o a celebrar estas fiestas de una forma que altera nuestro equilibrio. Nuestro primer consejo: comienza a decir NO a todo aquello que te disguste o no te apetezca.

Exceso de compromisos

Cuando los compromisos se acumulan en tu agenda y tus horarios, tu tiempo de descanso y tus hábitos se ven afectados de forma negativa, tienes que plantarte. Ve solamente a las cenas, comidas o compromisos que de verdad te apetezcan; o a los que tengas obligación por motivos laborales. Pero no digas a todo que sí, acabarás estresada, con un montón de kilos de más y mucho menos dinero en tu cuenta corriente.
¿Cómo organizarte? Coge tu agencia o un calendario, habla con los amigos o familiares a los que de verdad te gustaría ver en Navidad y planifica citas con ellos. Procura no salirte de ahí, si alguien te aprecia de verdad, no va a enfadarse porque no te vea precisamente los días de Navidad, tenéis el resto del año.
Cuando tengas hecho tu planning de celebraciones, haz un cálculo estimado de lo que te va a costar y procura no salirte de este presupuesto. Por supuesto, cuando reserves en algún sitio, pregunta el precio del menú o infórmate de los precios aproximados de la carta para no llevarte sorpresas. A los demás también les gustará saber cuánto les costará, así que no te cortes al preguntar. Así evitarás un factor de estrés añadido para todo el mundo. Internet es una buena forma de consultar las cartas y precios de los restaurantes.
Otra fuente de conflictos y estrés suele ser invitar a la gente a tu casa, ya que te tocará cocinar y limpiar después. Si ofreces tu casa, pro ejemplo, para una reunión de amigos, pide a todo el mundo que prepare algún plato o encargad entre todos la comida. Una idea genial es encargar la comida a un cátering. Nos encanta. El catering, con espacio único, de Norema Salinas (www.noremasalinas.com). Los menús y la presentación de Simply Fabulous son realmente fabulosos (www.simplyfabulous).

Mentiras piadosas

En esta época es fácil resfriarse, coger una gripe… Con esos parientes o amigos que no aceptan un no por respuesta a veces hay que tomar medidas drásticas. Para evitar remordimientos o incluso que te pillen, dile a tu chico que llame él, diga que estás en la cama con fiebre y pida disculpas en tu nombre. Seguro que también querrá que lo hagas por él.

Tiempo para ti

Ya que te será difícil no ver a amigos y familiares en esta época, contrarresta los compromisos con tiempo para ti, eso te hará llevarlo mucho mejor. Di no a los compromisos que no te apetezcan o sean menos importantes, y gástate el dinero de esa celebración en un masaje, un circuito spa, una pedicura, un tratamiento de belleza...
Pero no hace falta que te gastes dinero extra para disfrutar de tiempo para ti. Aprovecha los momentos en que estés sola en casa para encender una vela y tumbarte a descansar, leer, darte un baño, poner en orden tu armario, mimarte... Si tu casa está “invadida”, sal a dar un paseo, vete sola al cine (es un lugar excelente para desconectar) a ver esa película romántica que tanto te apetece o haz algo que te relaje.
Si sueles hacer ejercicio o vas a un gimnasio, no descuides estos buenos hábitos en estas fechas, será la mejor forma de evadirte y recargar la energía que los demás te absorben. En el gimnasio o durante tu clase de baile, estrás sola, no pensarás en nada ni en nadie. Además, contrarrestarás las calorías de más que seguramente comerás, con lo que te sentirás menos culpable por tanta celebración. Y lo mejor: hacer ejerccio te ayudará a estar de buen humor y llevarás mejor los compromisos indeseados.
Una sugerencia. Regálate una visita a los Baños Árabes, un oasis en medio del frenético ritmo de la ciudad en Navidad. www.hammamspain.com

¿Qué hago con los niños?

Aunque los peques son adorables, cuando se aburren pueden ponerse muy pesados. Intenta mantenerles ocupados al tiempo que disfrutan de la Navidad: ponles a hacer adornos navideños, a preparar pequeñas cosas en la cocina, inventa un concurso de dibujos, ten a mano una buena colección de películas infantiles. Y, sobre todo, sácales de casa todo lo que puedas: a patinar, al parque, al teatro, al campo… todo menos tenerlos en casa aburridos y sin poder quemar energías.

La familia...

Por un lado te apetece mucho verles, pero por otro te saturan o te estresan. Sobre todo cuando se presentan en tu casa sin avisar, alargan sus visitas mucho más de lo razonable, o se enfadan si tú no vas a verles a ellos.
Fuera de las celebraciones normales, y al margen de los familiares con los que realmente quieras compartir tu tiempo, al resto debes aprender a decirles no o, con mucha diplomacia, poner límites.
Las visitas de compromiso que tan poco te apetecen, intentan suplirlas con una llamada. Piensa en alguna excusa creíble y razonable para no poder ir a verles, y que no te tiemble la voz. En cuanto a las visitas indispensables, procura hacerlas a media tarde o incluso a media mañana (avisando antes, por supuesto) para no tener que comer o cenar y encima tener que hacer sobremesa. Explica que luego tienes otro compromiso y, si insisten mucho, di que no te encuentras bien.
Con tu propia familia debes ser mucho más sutil y diplomática, armarte de paciencia y buenos sentimientos, ya que la Navidad no es el mejor momento para discutir. Si esto es lo que suele pasar en vuestras reuniones familiares, este año intenta “predicar con el ejemplo”: no des pie a discusiones ni las sigas, huye de los reproches y los comentarios con segundas intenciones, no subas la voz ni te permitas malas contestaciones. Respecto a tu pareja, lleva a rajatabla estos consejos, no se te ocurra discutir con él delante tu familia y mucho menos sacar “trapos sucios”.
Cómo conseguirlo. Con un buen “karma”. Si tú no estás tranquila, calmada, equilibrada y contenta, difícilmente podrás estarlo con los demás. Nuestra recomendación. Es el momento de apuntarte a clases de yoga o meditación. www.yogacenter.com

Cuando no se van nunca…

Esta situación es muy habitual en Navidad: unos parientes vienen a verte y se quedan a comer, a merendar, a cenar…
Cuando la visita haya sido anunciada con antelación sé rápida: diles que sí, pero anúnciales sutilmente que un par de horas después tienes entradas para el teatro, una cena con compañeros de trabajo o algún compromiso familiar fuera de tu casa. Que te vean vestida y arreglada para salir cuando lleguen y, si es necesario, te das a dar una vuelta por el parque con tus mejores tacones.
hoy 24 de noviembre. Espero les guste y feliz dia de Accion de Gracias!!!