Tuesday, September 13, 2011

Su hijo es victima del bullying?

Sepa usted que en Puerto Rico existen leyes que protegen a sus hijos en contra del hostigamiento y asecho provocado por los "bullies"
Que es el bullying?
Un fenómeno de violencia interpersonal injustificada que ejerce una persona o grupo contra sus semejantes y que tiene efectos de victimización en quien lo recibe. Se trata estructuralmente de un abuso de poder entre iguales. 

Entonces, ¿no es exclusivo de los niños y las escuelas?
No. Lo que ocurre es que se ha acuñado para definir la violencia entre escolares porque somos los investigadores de psicología evolutiva y de la educación los que más hemos estudiado esto. Mire, bullying es un término popular inglés, como aquí gamberro. Su origen es el mobbing , que significa abuso de unos a otros, acoso. Cuando el mobbing , que es una palabra sueca y noruega, se traduce al inglés, la palabra que se encuentra adecuada para traducirlo es bullying . Por lo tanto, es simplemente la traducción al inglés del término mobbing.
Es decir, ¿todos podemos ser víctimas de algún tipo de ’bullying’?
La mayoría de nosotros hemos padecido esta violencia. En la memoria del 80% de la gente hay un episodio, bien como protagonista, amigo, agresor (los llamados bullies ) o víctima.
¿Cómo se manifiesta?
El bullying es violencia que puede ser verbal, física, psicológica, directa e indirecta. Estas cinco categorías no son puras, pueden mezclarse entre sí.
¿Durante cuánto tiempo puede prolongarse?
Esto es muy muy interesante, porque la gravedad de la violencia interpersonal injustificada prolongada se mide también por el tiempo que dura. Cuando es una cosa puntual, de una o dos veces o semanas, es casi una cosa episódica. Incluso puede llegar a ser hasta accidental, fruto de un malentendido. Pero el bullying grave se prolonga normalmente durante un curso académico, y es muy muy grave si va más allá de este tiempo.
¿Se da más en niños o niñas?
Los niños están más implicados que las niñas. La ratio es por cada cinco niños, una niña. Pero pueden ser tanto víctimas como agresores. En este sentido, el problema del machismo o la, digamos, estimulación que la sociedad está haciendo a los varones para que sean gallitos les viene fatal porque les estimula al enfrentamiento, a resistir. En general los chicos están más implicados, pero las chicas empiezan a hacerlo hasta en formas en que antes no estaban implicadas, por ejemplo en violencia física o sexual. No obstante, el bullying de las chicas suele ser más de violencia indirecta. Por ejemplo, la exclusión social —con esta no te juntes —, el aislamiento o la difusión de rumores. 
Pero supongo que unos son más propicios a sufrir esto que otros...
Sabemos el perfil global de la víctima y el del agresor. El niño que permite durante tiempo prolongado ser victimizado es un niño un poquito más inseguro, tímido, hiperrespetuoso, suele sacar buenas notas... Jokin era un retrato robot del caso más grave de bullying , cumplía todos las características descriptivas. Pero eso no quiere decir que por ser así una persona vaya a ser una víctima. Hay que diferenciar entre episodios espontáneos y aislados. El niño o la persona no debe ablandarse ni permitir que ese hostigamiento sea permanente, pero tiene que saber cuándo y cómo resolverlo de forma pacífica. En cuanto al agresor, también es inseguro y tiene problemas, pero no se los queda para adentro y en cambio se apoya en los demás y culpa a la víctima de la agresión. No hay que dejarle pensar que las cosas salen bien siendo así.
¿A qué edades afecta más?
La edad es una variable muy determinante. Las edades donde hay más bullying son de los 10 hasta los 15 años, es decir, los dos últimos años de primaria y los primeros de secundaria. Un detalle muy importante de las investigaciones es que a los 16 años esto declina mucho: a partir de que los niños han pasado el periodo más agitado de lo que llamamos la adolescencia, ese bullying extenso y medio blando desaparece, pero los problemas que quedan en el agresor ya tienen formato criminal.




Si ’bullying’ es violencia injustificada, 
¿Es que no tiene causas?
Sí, sí, claro que las hay. Pero no son causas, sino factores. Lo que ocurre es que son al mismo tiempo desencadenantes, es decir, que van a estimular que aparezca y se mantenga, y de prevención del riesgo. Son cuatro grandes: el propio sujeto, el contexto social familiar, la escuela y el contexto social general. Si ve violencia en casa, se crea la tendencia a repetirla. Además, es muy importante el diálogo con los padres y que las escuelas tengan programas de prevención tipo tolerancia 0 , porque no basta con educar en valores, sino que hay que actuar. Y si en una sociedad hay violencia estructural, como por ejemplo a causa del machismo, el contexto se convierte en factor negativo, porque no se distingue bien entre el bien y el mal.
O sea, que todo esto guarda relación con la violencia de género...
Estructuralmente y conceptualmente, no se diferencian, porque la violencia de género es también un abuso de poder injustificado que cursa con victimización, daño psicológico e impunidad moral de la víctima. ¿Cual es la diferencia? Los personajes y los escenarios.
Fuente: educacionenvalores.org

Leyes en Puerto Rico

Ley Núm. 49 del año 2008


(P. de la C. 3942), 2008, ley 49

Para  enmendar el Artículo 3.08 y adicionar los Artículos 3.08a., 3.08b., 3.08c., 3.08d. y 3.08e. al Capítulo III de la Ley Núm. 149 de 1999: Ley Orgánica del Departamento de Educación de Puerto Rico.
LEY NUM. 49 DE 29 DE ABRIL DE 2008

Para enmendar el Artículo 3.08 y adicionar los Artículos 3.08a., 3.08b., 3.08c., 3.08d. y 3.08e. al Capítulo III de la Ley Núm. 149 de 1999, según enmendada, conocida como “Ley Orgánica del Departamento de Educación de Puerto Rico”, a fin de establecer como política pública la prohibición de actos de hostigamiento e intimidación (‘bullying’) entre los estudiantes de las escuelas públicas; disponer un código de conducta de los estudiantes; presentación de informes sobre los incidentes de hostigamiento e intimidación (‘bullying’); originar programas y talleres de capacitación sobre el hostigamiento e intimidación (‘bullying’); y la remisión anual al Departamento de Educación de un informe de incidentes de hostigamiento e intimidación (‘bullying’) en las escuelas públicas.         

Ley Núm. 37 del año 2008


(P. de la C. 3655), 2008, ley 37

Para enmendar los incisos (2) y (3); añadir un nuevo inciso (4); y redesignar el actual inciso (4) como (5) en el Artículo 16 de la Ley Núm. 148 de 1999: Ley del Consejo General de Educación de Puerto Rico de 1999
Ley Núm. 37 de 10 de abril de 2008

Para enmendar los incisos (2) y (3); añadir un nuevo inciso (4); y redesignar el actual inciso (4) como (5) en el Artículo 16 de la Ley Núm. 148 de 1999, según enmendada, conocida como “Ley del Consejo General de Educación de Puerto Rico de 1999”, a fin de sujetar la renovación o expedición de licencias para operar escuelas privadas de nivel preescolar, elemental, secundario, vocacional, técnico y de altas destrezas a que dichas instituciones evidencien fehacientemente que cuentan e implantan políticas y protocolos definidos, concretos y ejecutables en contra del hostigamiento e intimidación (‘bullying’) entre estudiantes.  

Si su hijo es el agresor

Enterarse de que su hijo es el agresor puede sorprenderle. Pero es importante permanecer en calma y evitar actuar a la defensiva, ya que esto puede empeorar la situación. Usted puede tener un mayor impacto si usted expresa a su hijo(a) su desilusión -en lugar de su disgusto.
Debido a que agredir a otros niños(as) generalmente surge de la infelicidad y la inseguridad, intente descubrir si algo está molestando a su hijo(a). Los niños(as) agresores no son muy propensos a confesar su conducta, pero usted debe de intentar que su hijo hable haciendo preguntas específicas directas, como por ejemplo:
  • ¿Cómo te sientes contigo mismo?
  • ¿Cómo crees que van las cosas en la escuela y en la casa?
  • ¿Hay niños(as) que te agraden?
  • ¿Te llevas bien con otros niños en la escuela?
  • ¿Cómo tratas a otros niños(as)?
  • ¿Cómo te sientes cuando te consideran un niño(a) agresor?
  • ¿Por que crees que eres un niño(a) agresor?
  • ¿Qué podría ayudarte a dejar de agredir a otros niños?
Para llegar al fondo de lo que motiva a que su hijo(a) ataque a otros niños(as) puede que usted quiera hacer una cita con el consejero de su hijo(a) o un experto en salud mental en la escuela (el doctor de su hijo(a) debería poder recomendarle a la persona indicada).
Si usted sospecha que su hijo(a) es un agresor, es importante que se ocupe del problema y trate de solucionar este tipo de conducta hiriente en su hijo(a). Después de todo, este tipo de agresiones se consideran conductas violentas y antisociales en la medida en que el niño(a) agresor crece. De hecho, uno de cada cuatro niños(as) agresores en la escuela elemental terminan con un record criminal cuando llegan a los treinta años. Algunos niños(as) agresores también terminan siendo rechazados por sus compañeros y pierden amistades a medida que crecen. Los niños(as) agresores también pueden ser propensos a fallar en la escuela y no llegar a obtener el éxito personal en relaciones o en el ámbito profesional que otras personas disfrutan.

Ayudando a que su hijo deje de agredir a otros niños(as)

Aunque no todos los problemas de agresión nacen a partir de problemas familiares, es una buena idea examinar el comportamiento y las interacciones personales que su hijo(a) ve en el hogar. Si su hijo(a) es constantemente provocado por sus hermanos(as) o uno de sus padres o si se dirigen a él o ella con sobrenombres, esto podría provocar conductas agresivas o hirientes fuera del hogar. Lo que pueden parecer bromas en casa generalmente sirven como modelo de conducta para agredir a otros niños(as). Los niños(as) víctimas de estos enfrentamientos aprenden que esto se traduce en control sobre los niños(as) que estos perciben como debiles.
Las bromas personales constantes - independientemente de que ocurran en la casa o en la escuela- también pueden afectar su autoestima. Los niños(as) con baja autoestima pueden crecer emocionalmente inseguros. También pueden terminar culpando a otros por sus errores. Hacer que otras personas se sientan mal por medio de agresiones comportamiento agresivo puede dar a ciertos niños(as) un sentido de poder.
Por supuesto, habrá momentos donde habrá que enfatizar críticas constructivas, como por ejemplo, "Contaba contigo para que sacaras la basura y debido a que te olvidaste, tenemos que aguantar el mal olor en el garaje durante una semana". Pero tenga cuidado en no dejar que sus palabras terminen criticando a la persona en lugar del comportamiento: "Tú eres flojo. Apuesto que finges olvidar tus quehaceres para no ensuciarte las manos." Concéntrese en la conducta que considera inaceptable en lugar de la persona.
El hogar debe ser un refugio seguro donde los niños(as) no estén expuestos a críticas fuertes e incomodas por parte de la familia y sus seres queridos.
Además de mantener una atmósfera positiva en el hogar, existen otro tipo de formas de motivar a que su hijo(a) deje de agredir verbalmente a otros niños(as):
  • Enfatice que agredir verbalmente a otros niños(as) es un problema serio. Asegúrese de que su hijo(a) entiende que usted no tolerará este tipo de conducta agresiva hacia otros niños(as)  y que hacerlo tendrá consecuencias en casa. Por ejemplo, si su hijo está agrediendo a otros a través de la Internet, suprima el acceso a la tecnología que emplea para que sus agresiones lleguen a otros (i.e., computadoras, teléfono celular, mensajes de texto o envío de fotos). O de instrucciones a su hijo para que utilice la Internet para investigar sobre este tipo de agresiones  y tomar nota de estrategias para reducir este tipo de comportamiento. Otros ejemplos de disciplina incluyen restricciones en los horarios de salida de su hijo(a) si este tipo de agresiones ocurre fuera del hogar, restitución de privilegios permitiendo la oportunidad de ganarlos de nuevo según su conducta, requerir que su hijo(a) participe como voluntario para ayudar a los más necesitados.
  • Enseñe a su hijo(a) a tratar a las personas que sean diferentes con respeto y consideración. Enseñe a su hijo(a) aceptar, en lugar de ridiculizar las diferencias (i.e., raza, religión, apariencia, necesidades especiales, género, estatus económico). Explíquele que todo el mundo tiene derechos y sentimientos.
  • Descubra si lo amigos de su hijo(a) también están agrediendo verbalmente a otros niños(as). Si éste es el caso, busque a un grupo de intervención a través del director de la escuela de su hijo, consejero de la escuela y/o sus maestros.
  • Establezca límites. Detenga cualquier tipo de agresión inmediatamente y ayude a que su hijo(a) aprenda formas no violentas de reaccionar.
  • Observe cómo su hijo(a) interactúa con otros niños(as) y halague comportamientos apropiados. Las críticas positivas son más eficaces que la disciplina.
  • Hable con el personal de la escuela para ayudar a que su hijo(a) cambie su comportamiento. Asegúrese de mantener contacto con el personal de la escuela para lograr este objetivo.
  • Fije metas realistas y no espere cambios inmediatos. A medida que su hijo aprende a modificar su conducta, asegúrese de repetirle que usted lo quiere como persona -enfatizando que lo que no le gusta es su comportamiento.

    Obteniendo ayuda para ambos, los niños(as) que agreden y los niños(as) que reciben las agresiones

    Una buena parte de ayudar a su hijo(a) es no tener miedo de pedir ayuda y consejo a otras personas. Independientemente de que su hijo(a) esté siendo agredido o sea el agresor, puede que usted necesite ayuda adicional. Además de hablar con los maestros de su hijo(a), puede que usted quiera aprovechar el tener servicios de consejeros en la escuela y hablar con el medico de su hijo, quien puede referirle a un profesional en salud mental.
    Puede que usted también quiera hablar con el director de la escuela sobre las reglas en cuanto a este tipo de agresión verbal entre niños(as). Por ejemplo, pregunte cómo son castigados los agresores y si las áreas donde ellos pueden meterse con otros niños(as) como las escaleras o los campos de juego son supervisadas por el personal de la escuela. De a conocer su opinión a los maestros, padres de niños(as) en la escuela, la junta de la escuela y la asociación de padres y maestros. Si la escuela de su hijo(a) aun no tiene este tipo de asociación, comience un programa en contra de la violencia. Si el ambiente en la escuela de su hijo(a) apoya el tipo de conducta de agresión hacia otros niños(as), intentar cambiarla puede ayudar.


    Fuente: modificaciondeconducta.com


    Espero les sea de utilidad,


    Lily Astacio
                                                     

Thursday, September 8, 2011

Porque tenemos pesadillas?



Las pesadillas son sueños perturbadores que hacen que el soñante al despertar se sienta ansioso y asustado. Las pesadillas pueden ser respuestas a situaciones y traumas reales. Este tipo de pesadillas se clasifica en una categoría especial denominada Pesadilla de tensión Post-traumática (PSN). Las pesadillas pueden también ocurrir porque hemos ignorado o rehusado a aceptar una situación particular de la vida. La investigación ha demostrado que la mayoría de la gente que tiene pesadillas regulares ha tenido una historia familiar con problemas psiquiátricos, experiencias con drogas, personas que han contemplado el suicidio, y/o han pasado relaciones tormentosas. Las pesadillas son un indicio de temores que deben ser reconocidos y confrontados. Es una manera en que nuestro subconsciente da un aviso.

Todos hemos tenido pesadillas en alguna ocasión de nuestras vidas. Las pesadillas son bastantes normales. Pero, ¿qué es exactamente una pesadilla y por qué las tenemos?
Las pesadillas son una subcategoría de los sueños. La diferencia estriba en su contenido emocional o atemorizador. A causa de su propia naturaleza, se tiende a recordar las pesadillas y sus detalles vívidos. Las pesadillas tienen un impacto más grande sobre la mente al despertar y sus imágenes pueden permanecer a lo largo del día.
Una de las razones de ocurrencia de las pesadillas puede ser que nuestro subconsciente quiere lograr nuestra atención sobre una situación o problema que se ha evitado. Es tiempo de enfrentar un problema o situación. Las pesadillas tienen un propósito importante en mostrar lo qué inquieta a la persona desde dentro de ella a niveles más profundos. Discutir, analizar, y comprender las pesadillas puede conducir a la solución de algún problema, conflicto interno o dificultad personal.
Como hemos dicho antes, tener pesadillas es normal, pero tenerlas frecuentemente puede ser una señal de estar abrumado y bajo tensión. Las pesadillas pueden ser un recurso importante para el conocimiento de la personalidad y el descubrimiento emocional. Transmiten una ayuda y mensaje importante para aclarar los posibles conflictos en la vida. Es importante distanciarse del contenido emocional (temor, congoja, enfado, dolor, etc.) de la pesadilla y analizarla desde una perspectiva objetiva. Las emociones perturbadoras pueden ser una manera en que el subconsciente intenta impedir una excavación profunda en el significado de las pesadillas. Sin embargo, merece la pena intentarlo y tener un sentido de esos sueños más obscuros.
Es necesario tener un pensamiento positivo antes de dormir. Es importante dejar las preocupaciones de lado y tomar un baño relajante cuando se esté estresado. El sueño presupone un estado de relajación. Un organismo exitado es incapaz de relajarse. Cuando una persona sufre un trauma, en los sueños se le repite muchas veces en forma de pesadillas recurrentes y cuando una pesadilla se repite, quiere decir que no se ha encontrado solución a los conflictos relacionados con el sueño en la vida real. Desde el punto de vista mental, esas pesadillas constituyen un alivio, aunque sea difícil poderlo ver así.

Pesadillas Conscientes
Este tipo de pesadillas son las que mayor impacto puede causarnos. Los sonidos del ambiente se vuelven progresivamente nítidos, percibimos lo que ocurre alrededor, el cuerpo empieza a moverse, la conciencia regresa y sabemos que estamos despertando. Pero, ¿os ha pasado alguna vez que os quedais atrapados entre el sueño y la vigilia, en un limbo de desesperación del que no podeis salir? Es lo que se denomina parálisis durante el sueño con regular y es una experiencia de pesadilla que a veces parece adentrarse en lo sobrenatural, y que merece una explicación más detallada.
Se conoce como parálisis del sueño, conciencia durante el sueño o sueño lúcido, a una condición no patológica que suele producirse cuando el individuo está quedándose dormido o despertándose. Ocurre cuando se adquiere conciencia de lo que está ocurriendo alrededor, en muchos casos el individuo incluso abre los ojos y observa el lugar en el que se acostó, y sin embargo su cuerpo no le obedece. Cuando dormimos, uno de los mecanismos de defensa del cuerpo es justamente la parálisis, para evitar que nos hagamos daño al “actuar” en nuestros sueños; en otras palabras, el cerebro se desconecta del cuerpo. Al parecer uno puede despertarse tan bruscamente que no da tiempo a que el cerebro y el cuerpo vuelvan a conectarse, de modo que la parálisis se mantiene incluso cuando ya se ha recobrado la conciencia. En esos momentos la persona puede sufrir mucho, ya que además de no poder moverse, son frecuentes las alucinaciones: una de las más recurrentes consiste en sentir una presencia extraña y amenazante cerca. De hecho, se piensa que muchas de las narraciones sobre abducciones de extraterrestres no son más que episodios de parálisis del sueño, los cuales pueden ser de tal nitidez que se confunden con la realidad.
No todas las personas experimentan parálisis del sueño en sus vidas (un porcentaje del 25 al 40% de la población, el cual que aumenta en los narcolépticos), y de acuerdo con ciertos estudios, los individuos más imaginativos son los más suceptibles de padecer parálisis del sueño y elaborar las alucinaciones. También predisponen los estados de estrés, las alteraciones en los horarios y períodos de sueño, la ingesta de alimentos pesados, las posturas incómodas, entre otros.

Durante la parálisis del sueño el soñador cree caminar, bajar escaleras, llegar a otra habitación… solo para darse cuenta de que en ningún momento abandonó la cama o sofá, y de que no puede moverse o emitir sonido alguno aunque lo intente con todas sus fuerzas. Es corriente también tener la sensación de que existe una presencia extraña, que incluso puede llegar a sentir que una persona coloca sus manos sobre él, con lo que realmente siente esa presencia. Pero, definitivamente, lo más angustioso y aterrador de la parálisis es precisamente la incapacidad de realizar movimientos voluntarios y emitir sonidos, hasta el punto en que se siente un agudo dolor en los esforzados músculos que uno lucha por liberar. A veces un episodio sucede a otro de manera continua e intermitente: el soñador consigue despertarse completamente pero vuelve a quedarse dormida e inmediatamente despierta pero con parálisis, y el círculo se repite una y otra vez. Una situación que aterra sólo al recordarla.
Recomendaciones para quienes sufran parálisis del sueño:
  • Tratar de mantener la calma y respirar profundamente.
  • Comenzar por mover las manos y los párpados para salir de la parálisis.
  • Evitar el desorden en el sueño y las siestas a deshoras.
  • Evitar las posturas incómodas, particularmente dormirse boca arriba.
Retomado de las paginas Astrología viva y Psicología para todos.
Espero les haya gustado!
Lily